MI PARTO

El día 16 de noviembre, salí sobre las seis de la tarde a pasear a mi perro junto a mi padre. La verdad es que yo paseaba con ellos, porque no me sentía capaz de lidiar con los tirones de mi perro y la verdad es que hasta caminar se me hacía pesado. Era como si en las últimas horas hubiera engordado 30 kilos, me dolía la espalda y me costaba andar dos pasos sin cansarme.

Al volver a casa, pasado un rato, empecé a notarme un malestar, similar a cuando me venía la regla, algo así como un calor y malestar en los ovarios y las lumbares.

Avisé a mi marido y a mi padre que estaba en mi casa, de que si todo seguía igual, la niña ya venía de camino. El dolor se fue intensificando con el paso del tiempo hasta que a la hora de cenar, ya tenía contracciones bastante seguidas y con  un dolor considerable. No había roto aguas, pero al tener problemas de tiroides y la niña venir grande, mi ginecóloga ya me había dicho que en cuanto notara que todo empezaba, que me fuera de urgencias para la clínica. Así lo hice y a las 22:30 ingresé con bastantes dolores, aunque no eran muy seguidos. Supongo que como estaban saturados (era domingo) y yo aún tenía para un buen rato, decidieron darme el alta y enviarme a casa.

Según la comadrona, aún podía tardar hasta dos días en nacer la niña, yo pensé que si tenía que aguantar dos días con ese dolor !!iba a acabar matando a alguien!! Me comentaron que las contracciones, debían ser seguidas durante al menos una hora y media y a intervalos de unos 5 minutos, que entonces sí que debía volver.

Me marché a casa y aunque intenté dormir un poco, a la hora, ya estaba que me subía por las paredes, así que decidí sentarme frente a la tele en la sala de estar. Puse el canal de noticias 24h, en el que sale en todo momento la hora y armada con una libreta y un bolígrafo, fui anotando cada contracción que me daba. A las dos de la mañana, empezaron a ser regulares cada 3 minutos e incluso cada 2 minutos, es más algunas duraban incluso ese tiempo, así que después de anotar una hora y media de contracciones, avisé a mi madre que dormitaba a mi lado en el sofá. Llamamos a mi marido que estaba trabajando (trabaja por la noche y ese día no se libró de ir) y a mi padre para que nos llevará al hospital. Esperamos a que llegara mi marido, tardo el mismo tiempo en volver a casa que yo en vestirme y coger las bolsas.

A las 4:02 de la mañana, volví a ingresar en la clínica y aunque las contracciones eran muy seguidas y veía las estrellas, hasta casi una hora y media después y tras pedirlo yo, me pusieron la epidural, que gran invento!

El resto, ya fue puro trámite, lo duro había pasado, al menos para mí. Me pusieron oxitocina y dilaté lo suficiente, me rompieron las aguas y me dijeron que empujara. El problema es que mi hija no estaba por la labor, cuando yo empujaba ella se iba hacia arriba de nuevo, no quería salir.

Finalmente tras muchas horas allí, decidieron hacerme una cesárea, en la que mi marido no quiso estar presente, es muy aprensivo y prefirió que se centraran en nosotras y no en él, en caso de que se mareara. Muchos fueron los factores para terminar en cesárea: Tuve fiebre durante el parto, mi hija estaba taquicardica y hacía demasiado tiempo que me habían roto las aguas, así que lo mejor era sacar a la niña.

Así, a las 15.05 del lunes 17 de noviembre, mi hija Leah llegó al mundo. El momento de su nacimiento fue algo extraño para mí. Notaba todo el traqueteo de los médicos en mi barriga, aunque no el dolor en sí. Finalmente la sacaron y me la enseñaron, pude tocarle la carita y darle un besito. En ese momento, fue como si todo lo pasado anteriormente no hubiera existido, esa cosita valía ese dolor y mucho más.

Se la llevaron para que la viera su padre, terminaron de coserme y me llevaron a la sala de recuperación. Allí vino a verme la pediatra y me comentó que iban a ingresar a mi niña en neonatos, ya que durante el parto, había tragado meconio (sus propias heces), yo había tenido fiebre y además tenía un pequeño neumotórax (aire fuera de los pulmones). Solo era para controlarla y que no tuviera problemas futuros, pero la verdad es que me quedé hecha polvo, empecé a llorar, pero la propia pediatra me dijo que no me preocupara, que era solo como precaución, que la niña estaba bien.

No pude ver a mi hija hasta el día siguiente cuando me la subieron un rato a la habitación, pero mi marido sí que podía ir a verla a neonatos y me traía videos y fotos, que aunque iba con tubos de respiración y vías en las manos, tenía buen color y buenos pulmones para llorar!!

Todo quedó en un susto, pero ella salió perfecta del hospital.

 

 

 

WEBS DE INTERES

e-lactancia.org/ :NIVEL DE PELIGRO DE MEDICINAS Y ALIMENTOS EN LA LACTANCIA

www.buzzfeed.com/peggy/incredibly-helpful-diagrams-for-moms-to-be?sub=2100982_1003266#.mjBdBR8jlQ : DIAGRAMAS EXPLICATIVOS VARIOS SOBRE BEBÉS

www.hellolittlescout.com/search/label/BabyBreakdown : PRIMERAS COMIDAS SOLIDAS BEBÉ